En el mundo andino el respeto hacia la diversidad es uno de los principales pilares, sin embargo, este precepto a ido cambiando con el tiempo especialmente después de la colonización española. Hace aproximadamente un año, en mi comunidad San Francisco de Chibuleo dos runas que mantenían una relación homosexual fueron castigados físicamente y verbalmente frente a toda la comunidad, además los padres recibieron un escarmiento físico por no criarlos “adecuadamente”. Esto dejo clara la poca apertura a lo “diferente”, aunque esto hace más de quinientos años era considerado una muestra de lo diversa que puede llegar a ser la Pachamama (Madre tierra). Este acontecimiento me llevó a pensar en lo mucho que los runas hemos olvidado nuestros principios de amor a todos los seres que habitan en esta pacha[i] (espacio-tiempo), reflejado en la poca comprensión de diversidades sexo genéricas. Por ello comencé a indagar acerca de este tema desde un punto cosmovivencial[ii] andino; lo que lleva necesariamente analizar al runa dentro de este espacio.
El ser runa va más allá de definirte como un ser humano o un hombre alejado de todos los seres que nos rodean en esta pacha. Runa desde una perspectiva filosófica andina[iii] es un ser que convive y es parte de un ayllu: una familia colectiva, la cual se compone por la sallqa (naturaleza), huacas y apus. Por ello nos respetamos y cuidamos, además cada uno cumple con una actividad indispensable y sobretodo agradecemos constantemente la existencia de los otros seres. Muchos han interpretado esto de manera errónea porque no son capaces de concebir que las energías masculina y femenina conviven en un mismo cuerpo al mismo tiempo. Asumir esto cala las bases del paradigma occidental y eurocentrista basado en una familia heteroparental[iv] donde la feminidad está debajo de la masculinidad, estableciendo roles según su género. Por otro lado desde una perspectiva andina los dos son complementarios, a lo que me refiero es que es viable la existencia de un Kari-Warmi (hombre-mujer), el tercer género, porque un runa no se define por su sexo sino por la energía que este transmite.
El runa está conformado por energía femenina y masculina lo que conlleva a pensar en un kari-warmi que convive en un solo cuerpo. Es decir, somos como un frasco lleno de energía que se complementa y que dependiendo del ser en el que vive tendrá más energía masculina o mas energía femenina: a esto se le dice dualidad complementaria. Es difícil entender esta posibilidad dentro de un paradigma que solamente piensa desde una individualismo y que lo único que hace es clasificar a las personas ya sea por su situación económica, sexo, etnia, color y muchas más variantes. En cambio, cuando se concibe desde una colectividad los seres simplemente son el resultado de una constante vibración energética que no intenta clasificar ni mantener un orden jerárquico, por lo que la diversidad es permitida y respetada. En todo caso la cosmovivencia andina no hace necesaria una etiqueta porque al definirse como runa asumes que existen estas posibilidades mientras no afecte al ayllu, no es juzgada.
Según varios autores este tercer género incluso era concebido desde un punto ceremonial y simbólico, por lo que era totalmente normal la relación entre hombres o entre mujeres, e incluso la posibilidad de que un hombre posea mas energía femenina que masculina; un claro ejemplo de esto en la actualidad dentro de los pueblos originarios de América son los Muxes [v] . En nuestros pueblos andinos aún se puede evidenciar esto en algunas fiestas hablando específicamente del pueblo Salasaka donde cada año en la celebración llamada “Los Caporales” un hombre es el que asume el papel de “ñuñu” que es la mujer del prioste. Según mi hatun mama (abuela) esto es una evidencia de que un hombre posee y también puede expresar su lado femenino. Estos eventos son totalmente “normales” en fiestas, sin embargo en la cotidianidad son juzgadas estas formas de expresión. Se debe a que las comunidades runas en a actualidad son un híbrido entre lo andino y lo occidental, que les impide comprender que son seres que no pueden ser definidos desde una perspectiva individualista ni heterosexual completamente.
Muxe de Oxaca celebrando lo no binario.
Fiesta de Los Caporales en el Pueblo Salasaka, en lado izquierdo el prioste y en lado derecho la ñuñu.
El acontecimiento que mencioné en la introducción ocurrió hace un año aproximadamente donde dos runas fueron juzgados por mantener una relación homosexual, la solución del consejo de gobierno (gobierno comunal) fue aplicar justicia indígena a los padres y los jóvenes. La excusa para castigar a los padres fue que ellos no habían criado de la manera correcta a sus hijos. Pero ¿qué es correcto? Lo “correcto” ha sido establecido desde afuera y especialmente desde la religión cristiana que se nos fue impuesta; donde el objetivo es controlar a las personas mediante la culpa y juzgar lo que está en desacuerdo con lo “normal”. Si vemos esto desde un lente andino no hay nada que juzgar, más bien es una expresión de los seres que habitan en esta pacha. Por lo que, considero que no fue una decisión adecuada ya que en las comunidades runas se dice que practicamos la cosmovivencia andina, pero en casos como este no es aplicada. Después de varios meses un chico de los que fue juzgado se suicidó, por la poca comprensión y la falta de apertura a estos temas en la comunidad. Si nosotros los runas viviríamos y sentiríamos la filosofía que nos dejaron nuestras mamas y taytas dejando de lado toda la idea de un paradigma impuesto, lograríamos amar la diversidad y entender que es una expresión aceptada dentro del mundo andino.
Para finalizar, el entender que un runa es una mezcla de estas energías, la exclusión que ocurre en la actualidad en los pueblos andinos hacia los seres que no caen dentro de una normalidad occidental es contradictoria al pensamiento andino. Por lo que llamó a entender que nuestra cosmovivencia abre la posibilidad a expresarse de todas las maneras posibles, claro recalcando siempre que un runa deber cuidar a los otros seres y practicar el cuidado mutuo del que tanto hablamos. El abrazar y valorar la parte femenina y la masculina para un runa es indispensable ya que solo así podrá convivir con la pachamama en total equilibrio.
Bibliografía
Freire, A. O. (2014). Buen vivir vs. Sumakawsay: reforma capitalista o revolución alter-nativa. Ediciones Ciccus.
Horswell, M. J. (2005). Decolonizing the sodomite: queer tropes of sexuality in colonial Andean culture. University of Texas Press.
Grillo, Eduardo .1994. Crianza Andia de la Chacra editado por Grillo Eduardo, 13-41.
Lima:PRATEC.
Lajo, Javier.2006. Qhapaq Ñan: La ruta Inka de sabiduria. Quito:Abya-Yala
Glosario
[i] [Pacha] es el cosmos, pero no simplemente es el paisaje, sino que comprende también el tiempo. Este es más bien “la energía del tiempo que son tres: Ukhu Pacha, Hanan Pacha, Kay Pacha” (Lajo 2006, 100). [ii] Es la manera de interpretar al mundo, en este caso desde una perspectiva andina. [iii] Esta línea filosófica se basa en una ontología basada en la colectividad que crea una epistemología andina, lo que permite ver el mundo desde un saber andino. Con andino me refiero a todos pueblos que se encuentren dentro la región andina de América del Sur. [iv] Se refiere a una familia tradicional conformada por un hombre y una mujer.
[v] En Istmo de Tehuantepec México, se les conoce como muxes al tercer género, lo que significa no ser mujer ni hombre. Autora: Sammia Quisintuña
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