Mucho se ha hablado sobre las grandes recesiones de distintos sectores económicos y él quiebre de múltiples empresas en todo el mundo. La moda es una de las industrias que más dinero genera al año, alrededor de 2 billones de dólares, solo en el 2019. Por ende, es de las que mayor impacto ha sufrido tras los estragos económicos causados por el aislamiento a causa del Covid-19. Pero ¿Cómo están reaccionando las marcas alrededor del mundo ante esta situación?; ¿Qué rumbo tomarán las tendencias posteriores a la pandemia según los “Trend hunters”? Y ¿Es posible crear una Firma de ropa durante y después de la pandemia?
Analicemos e intentemos dar una respuesta a estas preguntas que, desde luego, pueden variar de acuerdo con el entorno demográfico y el accionar de las masas.
En el mundo del lujo, diversas fueron las propuestas ante la presente situación. Marcas como Gucci se suman a la iniciativa de lanzar únicamente dos colecciones por año y no cuatro como se lo venia haciendo. Dior por su parte presentó su colección masculina Spring-Summer 2021 a través de un webinar artístico, muy al estilo de su director creativo Kim Jones. En este se explico a detalle el proceso de conceptualización y elaboración que se llevo a cabo, en colaboración con el artista Ghanés Amoako Boafo, quien añadió su particular toque creativo a esta nueva colección.
Una de las firmas que resaltó por sobre las demás fue LOEWE, quien decidió llevar el desfile a sus invitados; nombrando este concepto como “Show in a Box”. La marca diseño y envió a sus invitados un archivador a manera de caja, que contenía en su interior compartimentos y folders. En ellos se pudo apreciar textos, muestras y fotografías sobre: inspiración, siluetas, paleta de colores, prendas, calzados, accesorios, hasta la estructura del set y la música del desfile Spring Summer 2021 en un disco de vinilo; la cual podía reproducirse en un tocadiscos incluido en uno de los compartimentos. El director creativo de la marca (Jhonatan Anderson) incluyó una carta donde, entre diversas palabras, expresó: “Soy consciente de que este no es, precisamente, el mejor momento para el lanzamiento de una colección. Sin embargo, detrás de este proyecto hay todo un equipo de artesanos de LOEWE que lleva tiempo trabajando con cariño”.
Otros factores para considerar dentro del ámbito MODA son las tendencias. Estás dependen enteramente del comportamiento humano ligado a las ideologías o creencias que surgen constantemente en la sociedad. Debido a las medidas de cierre por el Covid-19 es probable que la mentalidad del consumidor cambie. La preferencia por una moda nostálgica como forma de escapismo al aislamiento y el uso de máscaras faciales como accesorio esencial de protección personal, prendas "homewear" que se adapten a un estilo activo laboral dentro de casa. También un retorno al minimalismo (como se dio en el 2008 luego de la crisis financiera mundial) y la priorización de la transparencia/ amabilidad a través de tonos básicos fácilmente combinables con paletas de tonos tierra muy sutiles, son algunas de las tendencias venideras que se esperan ver desde la segunda mitad de este año. En este sentido, ya se revelan las primeras propuestas por parte de las marcas como FEAR OF GOD (streetwear de lujo) con su colección “Sevent Collection” que fusiona el estilo formal americano, el pleno confort que una prenda “homewear” brinda, contrastada con el estilo streetwear de los 90’s que reaviva un sentmiento de nostalgia por el pasado. Desde abrigos y hoddies oversized de cashmere en tonos tierra muy sutiles y colores básicos como el negro, beige y gris claro; hasta calzado destalonado ideal para una estadía prolongada en casa.
Por otra parte, surgen proyectos independientes que reavivan el uso de prendas vintage o de segunda mano, con la intención de darles una segunda vida buscando reutilizar prendas. Una clara oposición hacia el consumismo y el Fast Fashion se está consolidando de manera más fuerte.
La protección de cada uno se vuelve un factor indispensable al momento de salir en esta nueva normalidad. Por lo que surgirá una mayor demanda de telas y acabados antibacterianos, cloro-resistentes y versátiles, en particular para el equipo deportivo y de exteriores. Por otro lado, las mascarillas en colores llanos o impresas se convertirán en una norma dentro de las actividades cotidianas como la escuela, el trabajo, actividades al aire libre y eventos públicos. Marcas emergentes proponen desde chaquetas y buffs, hasta enterizos o monos que cumplen con estos requisitos, que apuestan por trabajar en una marca con un entorno inclusivo y novedoso que aportan al crecimiento personal del cliente.
Si se analiza la viabilidad de crear o no una marca de moda durante o después de la pandemia, difícilmente puede tener una respuesta concreta. Sin embargo, Anna Wintor directora de la revista VOUGE dice que “Hay un futuro para los jóvenes y que no van a tener que echar el candado a su talento”. En su afán de apoyar proyectos creativos pequeños y medianos creó una vitrina virtual en Amazon, junto al Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos. Diversos analistas apuestan también al establecimiento de marcas independientes que produzcan menos y propongan diseños duraderos. Surgirán quienes mantengan una filosofía de marca que conecte mucho más con el consciente del cliente y quienes comprendan que se pueden crear propuestas que trascienden temporadas e insignificantes estatus.
La Moda Post-Pandemia direccionará a la industria hacia un punto de equilibrio entre el consciente del público y lo que consume. La creatividad y las nuevas tecnologías textiles serán las principales fichas en este ajedrez económico. El mundo necesitaba tomar este rumbo hace ya varios años y la pandemia llegó a acelerar ese cambio que se esperaba sea gradual. Marcas de lujo, marcas independientes y proyectos de moda deberán estar de acuerdo en algo: el conocimiento de uno será para el otro aquel tesoro de datos e información que les ayudará a conectar con las nuevas necesidades del cliente moderno.
Autor: Gabriel Quinchiguango
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